CDC Danzart: La Danza en Danzart I

La historia de la Danza tiene en su haber incontables registros que le han brindado al hombre una esencia liberadora y creativa, orden, disciplina y sabiduría. El Individuo Danza comprende el mundo desde diferentes perspectivas y es capaz de interpretarlo de innumerables formas.
La Danza ha sido para el hombre la medida de su auto interpretación y  auto conocimiento; desde lo físico hasta lo más insondable de su identidad, Ella, la Danza, ha dado sentido a su vida, si somos capaces de describirla desde lo más esencial: el movimiento. Es por esa razón que el Individuo Danza no se pretende así mismo menos que el movimiento, porque en sí, es él mismo.
Estimular el autoconocimiento puede ser el punto de partida para sentirnos individuos danza y poder así reinterpretarnos  y reinterpretar nuestro entorno. El Individuo Danza es creativo porque en sí mismo es creación, al unir ambos aspectos, creación y movimiento vemos florecer la vida de una manera indescriptible, magnifica y absolutamente humana y con insumos suficientes para entregarlos a la sociedad de manera absoluta, porque el individuo danza debe entregarse a sí mismo y poder integrarse con todo a su alrededor. En clave de Elio Montiel el bailarín que debemos buscar dentro de nosotros mismos es aquel:   “…que se preocupa más por el fondo que por la forma, haciendo que esta última ponga de relieve a aquél; es expresivo, delicado, suave y armónico. Uno que puede volver los símbolos en su causa final, dejarse arrastrar por la pasión y el romance que brinda la existencia, porque en estos términos la danza será su propia vida.”
En todo este proceso, nos interesa definir la danza, sin embargo encontramos millones de invenciones, criterios y posturas, diferentes y muchas veces contenidos uno en el otro, tejiendo y entretejiendo elementos que corresponden al saber, con técnica y teoría.  Tal diferencialidad nos permite entonces crear nuestros propios conceptos sin desestimar apreciaciones previas que han alimentado a través del tiempo lo que para muchos, o todos, puede ser lo cotidiano, lo real, lo vivo,  como lo define Guillermo Márquez Romero “… todo tipo de movimiento corporal, independientemente de sus características propias, particularidades y su técnica.” (Romero., 1988).
Partiendo entonces de este concepto, podemos definir la búsqueda de nuestra propia danza o escoger aquella que deseamos hacer, prácticar o perfeccionar, establecer los límites donde queremos llegar y facilitar el entendimiento de nuestra estética particular.

Elio Montiel.

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